El ejercicio... mi gran enemigo

Plantearse cambiar tu vida para que sea más sana implica no sólo perder peso, sino también hacer deporte...
¡Y yo odio el deporte! A ver, ¿el gimnasio? una sala de tortura llena de máquinas que te machacan todo el cuerpo ¿correr? Me da vergüenza pensar en mis pechos bamboleandose al ritmo de los pasos, no ni hablar. ¿Natación? ahora en veranito, en la playa, puede...¿spinning? ¿aerobic? ¿pilates? No, no, y no. ¿Entonces?
Estoy en una encrucijada, si quiero hacer mi vida más sana tengo que moverme. No hace tanto mi vida no era tan sedentaria, hacia deporte regularmente y ¡me encantaba! ¿Entonces que ha pasado? Ha pasado que he cambiado, para empezar mi vida ha cambiado, ahora tengo que llevar una casa, cuidar un niño y cuando tengo un rato de ocio estoy como loca por coger un libro y tirarme al sofá...Pero eso no es unicamente lo que ha pasado, la realidad es que mientras más gorda iba poniendome más pereza me da hacer ejercicio, cada vez cuesta más hacer cosas que antes hacías sin pensar, una hora de aerobic antes no era nada y sin embargo, ahora empiezo a sudar al minuto 2 y me canso a los 5 minutos de comenzar...
¡Pero se acabó! No puedo seguir poniendome excusas porque una vida TAN sedentaria no es una vida sana. En invierno los fines de semana voy al campo y hago pequeñas rutas de senderismo, ahora en verano eso es impensable con la calor, y de todas formas eso no se hace más que una o dos veces en semana. Necesito hacer algo a diario. He empezado  con unos videos de Zumba, es más divertido que otras cosas y los puedo hacer en mi salón, pero la verdad es que no soy capaz de hacerlo a diario ¡necesito que me empujen! (o empujarme). A partir de ahora, cuando escriba mi menú pondré también si he hecho algo de ejercicio, a ver si así, aunque sea simplemente porque lo vais a ver, me animo, porque no hay manera...