Resulta que me he encontrado con un adjetivo: GORDIBUENA, que se supone que es una nueva tendencia, una revolución, vamos. Mujeres que están gordas y están buenas... Eso en mi tierra ha sido "jaquetona" o "jamona" de toda la vida. Pero ahora es muy chic, muy innovador y nosequé más. Así que, como ignorante que soy, me pongo a buscar a ver qué es eso tan novedoso, qué es lo que caracteriza a una gordibuena y me encuentro lo siguiente:
-Una gordibuena es guapa. Es decir, tiene una cara preciosa, no cualquiera puede ser gordibuena.
-Una gordibuena se arregla y se sabe sacar partido. Vamos, que es coqueta y sabe lo que le sienta bien y lo que no. Tiene estilo.
-Una gordibuena tiene el cuerpo proporcionado. Lo siento, pero si tu grasa es localizada no puedes ser parte de este club.
-Una gordibuena tiene "chispa", o lo que es lo mismo, es graciosa, simpática y mueve sus kilos de más con arte.
Me sorprendo a mí misma con que me gusta el concepto. En fin, yo soy gorda, y si mientras pierdo peso me siento fabulosa, pues oye, fantástico, ¿no?
Así que busco algun ejemplo... y es ahí donde suelto un
¡Vamos, no me jodas! Os muestro el por qué de mi improperio:
¡Que alguien me explique la parte de gordis de estas "gordibuenas"! Solo son tres ejemplos, pero hay muchos más, de todas ellas, sólo una tiene sobrepeso (Tara Lynn) y no es demasiado, le "sobran" menos de 10 kilos, y los tiene muy bien repartidos.
Me parece increible que a estas mujeres se les ponga delante el "gordi". Señoras y señores, estas mujeres están buenas, sin el "gordi". Así que no me vendan la moto, no me digan que hay gorditas sexis, no empiecen a hablar de curvas, rostros bellos y saber sacarse partido. Porque no cuela.
Y ojo, ¡me encantan! Son mujeres sanas, bellas, y preciosas. ¡Pero no son gordas, leñe!
Que igual que me quejé de Tess Munster, me quejo de que a estas mujeres se les ponga el "gordi" delante, porque ellas sí demuestran una belleza saludable, una estética digna de imitar, ellas sí muestran el ideal de estar sana, hermosa, cuidarse y verse bien.
Gordas ni gordas... ¡venga ya, hombre!