Hola a todos!
Mi nombre es Evie, mido 1,60 m y tengo 30 años. He empredido una guerra contra los kilos de más, los que me colocan en el nivel de obesidad. Acabo de volver y con mis 84,5 me queda un largo recorrido, y os invito a acompañarme. Por el camino voy aprendiendo cosas porque soy una persona curiosa, así que en este blog podréis ver mi experiencia, mis menús, mi peso, mis progresos, artículos y aplicaciones que me parezcan interesantes y ¡todo lo que se me ocurra relacionado con el tema!
Sentíos en casa :)

jueves, 17 de julio de 2014

Llámame gorda.

Y redonda, zampabollos, rechoncha, rellena (aunque aún no sé de qué, de chocolate, a lo mejor). Llámame rotunda, jaquetona, oronda. Llámame como quieras, porque es verdad, porque es gracioso, porque intenta ser hiriente... porque no lo consigue.

Y es que... ¿qué tiene de malo que me llamen gorda? Ahora mismo lo soy ¿y qué? También soy madre, licenciada, ama de casa, esposa, amiga, amante, hija, sobrina, prima. Soy mujer. Soy yo.

Y no me da rabia, no odio a las personas que me llaman gorda, no siento la imposición de un canon de belleza, no odio a los hombres que no me miran... ni a los que sí lo hacen.
Y estoy harta, harta de oír y leer a mujeres que odian. Odian a los hombres y ven desigualdades donde no las hay, todo es cuestión de opresión. Y si dices que tú no estás oprimida, que eres feliz, te mirán como si fueses una inconsciente, con un "pobrecita que ignorante es".

Si dices que quieres adelgazar opinan que eres una esclava del canon de belleza y se lanzan a un discurso de la opresión masculina, la sociedad patriarcal y la madre que nos parió.

A esas señoras-señoritas les digo: ¡Vayanse al carajo! Sí, hay actitudes machistas hoy en día, y sí, hay mucho que hacer, pero ellas no lo hacen, ellas se marginan, demonizan al hombre y se sienten orgullosas. Y sienten que las demás no valemos la pena.

Sí, quiero adelgazar, sí quiero sentirme guapa. Sí, soy madre, cuido de mi familia y soy feliz. Y no, no me impusieron principes azules de pequeña, me crié entre varones, jugué al futbol y a la guerra de piedras, monté en bici, se me enseñó que mi opinión era tan válida como cualquier otra. Y no soy machista. Nunca he sido sumisa, no lo soy ahora, no me enseñaron a obedecer y a no sé qué pollas.

Repito, soy mujer, soy ama de casa, quiero sentirme bien con mi cuerpo, conmigo. Valoro a mi marido. Valoro a mi familia. Soy feliz. No estoy oprimida, No obedezco.  Así que llámame gorda...


Ale, ya me quedé a gusto. Perdonad la diatriba, es que a veces una se topa con algunas personas que hacen hervir la sangre...

11 comentarios:

  1. Buenooo... noto por tus palabras cierto grado de cabreo ji ji. Tu tranqui... En esta vida tiene que haber de todo y para todos los gustos, y si tu eres feliz pues ya está.

    No hay mayor desprecio que no hacer aprecio...

    Un besote.
    P.D. pero exactamente que te ha pasado? si no es indiscreción.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada, que siempre hay quien abre la boca cuando no tiene que hacerlo, y me he topado con una feminazi que me acusa de ponerme a dieta para ser una mujer florero más bonita...
      De hecho acusa a toda mujer de ser sumisa y obediente y una víctima del sistema patriarcal y la educación en la que crecimos, a toda mujer que hace dieta. Concretamente nos ha llamado "perfectas borregas" entre otras cosas...

      Eliminar
    2. Y por supuesto la palabra gorda es una palabra usada por los hombros para hacernos vulnerables.... cuánta tonteria

      Eliminar
    3. Entiendo el cabreo... Pero piensa que a lo mejor se sienten infelices y frustrados por lo que no tienen. Esta de moda ir de pogre y luego son los más intolerantes.

      Tu si has decidido adelgazar al igual que muchas en las que yo me incluyo lo hacemos por una cuestión de salud principalmente y oye si además conseguimos estar más atractivas mejor, ¿acaso eso es malo?

      Estoy totalmente de acuerdo contigo. Ole tu.

      Eliminar
  2. jajajajajajajajajajajajajaj
    me ha encantado el desahogo.
    olé por ti y tus ovarios :)
    Me has recordado una anécdota. A ver si me acuerdo y la escribo en mi blog.
    Millones de besos...¡¡¡GUAPA!!!

    ResponderEliminar
  3. Ay, Evie, qué a gusto te has quedado.
    Antes de comenzar mi andadura en la pérdida de peso también pensaba que "ponerse a dieta" era igual a ser esclava de tu físico. Pero es que no es eso lo que persigo. Por lo que estoy trabajando es por un cambio de hábitos, por una mejor salud y una vida más saludable. Obviamente, al menos en mi caso, eso traerá como "consecuencia" una pérdida de peso. Pero mi día a día no gira entorno a eso. Y como tú dices, entretanto sigo disfrutando de la vida y soy más feliz que una perdiz :)
    Un besico

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver, está claro que hay personas que son esclavas de su físico, pero eso es problema suyo y nadie tiene porqué recriminárselo.
      Ahora bien, en mi caso hay un motivo bastante grave y traumático (al menos para mi) (que algún día contaré tranquilamente) para ponerme a dieta y no tiene nada que ver con el físico y me jode sobre sobremanera que te juzguen sin conocer tu caso... Y además, que parece que querer verse guapa es peor que cualquier cosa en el mundo...
      P.D: En mi caso la pérdida de peso sí es un objetivo ulterior de todo esto, pero me encanta tu planteamiento, guapa.
      Besitos!!

      Eliminar
  4. Ostras!! La feminazi está un poco anticuada, no? ¿No entiende que lo hacemos por salud física y mental? ¿por nosotras?
    Bah, ni caso!
    un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, guapa! Si es que al final son más estrictos siguiendo lo que ellos deben hacer para ser mujeres libres que las imposiciones de la sociedad de la que tanto se quejan...

      Eliminar