Empezando...

Todos los comienzos son difíciles, y cuando se trata de cambiar hábitos de vida más aún. Lo primero que hice cuando decidí ponerme a dieta fue... ¡darme un atracón! ¡lo que leéis! No se me ocurrió otra cosa que arramblar con todo lo que había en casa a modo de "despedida", aquella tarde comí helado, chuches, pizza... lo sé ¡horrible! jajajaa

Pero es que mi concepto era erroneo, pensaba que iba a echar mucho de menos esas cosas, que no las iba a probar en mucho tiempo... empecé soñando con el final, el día que estuviese en un peso sano y pudiese volver a comer todo aquello ¡qué equivocada estaba!

Y es que esto no es una carrera, no voy a ponerme en forma para dejar de estar "a dieta", pero en aquel momento aún no me había concienciado....

La cosa ha ido más poco a poco, y ahora, aunque me quedan muchísimos kilos que perder lo veo todo de otra manera.

Lo segundo que hice fue algo mejor, se me ocurrió apuntar todo lo que comía en cada comida. Primero lo hice sin estar a dieta y ¡horror! no era consciente de la cantidad de porquerías que comía y de lo desordenado que era todo! Igual me comía un sandwich a las 13 h y luego apenas almorzaba o me comía algo de chocolate justo antes de la cena... Tomé consciencia de que eso era lo primero que había que cambiar.

Y lo tercero... bueno, lo tercero fue la dieta en sí:

Eliminé:

-Todos los dulces, chuches y porquerías.

-Adiós comida chatarra.

-Bebidas carbonatadas.

-Me faltó llorar al decirle adiós al chocolate...

-Azúcar.

La dieta:

Desayuno: pan blanco (no me gusta el integral) con una cucharadita de aceite y tomate triturado.

                Consejo: Si le echas primero el tomate, el aceite resbala, y te da la sensación de que es más.

                Café con leche y aspártamo.

Media mañana: Fruta o yogurt.

Almuerzo: Un cucharón de la comida que haya en casa (lentejas, puchero, emblanco, ...) y verduras al gusto o ensalada.

Merienda: Fruta o yogurt y un té. (yo suelo tomar cola de caballo que viene bien para eliminar líquidos).

Cena: verduras a la plancha y proteinas, es decir, pescado, carne o huevo.

Esta es la base de la dieta. Como veréis por mis comidas diarias no siempre la sigo a rajatabla y añado variantes para no aburrirme en exceso y acabar dejándola. Pienso poner una sección de recetas que se acomoden a esta dieta para ir haciéndola más amena. ¡Por suerte me encanta cocinar!